Dilema, pena y arrepentimiento. Destete. Parte II

Este post, aunque se publicará en abril, lo estoy escribiendo el 20 de marzo a las 7.45 a.m.

Los peques llevan sin mamar 5 días y 5 noches.

¿Cómo lo llevan los peques?

Por el día bastante bien. Piden alguna vez teta, pero los entretenemos con algo y no se quejan demasiado. Lo que si que he notado es que están más quejicas y más lloroncetes en general. Imagino que es normal. Están acostumbrados a calmarse y gestionar algunas situaciones con la teta y ahora tienen que aprender a hacerlo de otra manera y esto para ellos no está resultando fácil.

Aún así, cada vez piden menos teta. Ayer ya Arán no me pidió teta en todo el día y Ona solo lo hizo cuando se acercaban las horas de dormir (siesta y noche).

Las noches, por el contrario, son más complicadas.

La segunda y la tercera noche fueron bastante bien. Y, a diferencia de la primera noche, está siendo Arán quién se está quejando más de la falta de la teta, pero la verdad que bastante bien.

La cuarta y la quinta noche, por contra, han sido bastante durillas, excepto por Ona que lleva esta última noche durmiendo del tirón.

Además, se ha juntado que Arán se ha puesto malito con faringitis y parece que el dolor de garganta y la falta de teta no son una buena combinación.

¿Cómo lo llevo yo?

A ratos y días. Soy un mar de dudas.

Desde que Arán se puso malito (la tercera noche) he querido volver a darles pecho para calmarle y hacerle pasar el mal trago (nunca mejor dicho) del dolor de garganta lo mejor posible, pero mis «yo» interiores no se ponen de acuerdo:

Mi yo interior primero: Si le das teta, lo calmarás y él estará mejor. Además, los peques dejarán de estar tan irascibles y cansados. ¡Mira que si no se acostumbran nunca a la falta de teta y se vuelven así de irascibles y lloroncetes para siempre! ¡mira que si no aprenden a gestionar sus emociones sin la teta! ¡mira que si a partir de ahora empiezan con las rabietas y no tienes cómo calmarlos!… 

Mi yo interior segundo: Los peques ya casi no piden teta, llevan cinco días y cinco noches sin ella, si vuelves atrás y la situación vuelve a ser la que era tendrás que volver a forzar el destete más tarde o más temprano y les harás pasar por un destete dos veces cuando ya casi están destetados, no es justo para ellos…

Mi yo segundo es más racional y lo que piensa es, además, lo que piensa también mi marido. Él no quiere volver hacia atrás porque cree que será peor para los peques tener que pasar por un nuevo destete que acabar con este.

Supongo que entre que me da mucha pena dejar de amamantarlos, que en el fondo me quiero agarrar a la posibilidad de no dejar de hacerlo y que Arán lleva dos noches pasándolo mal, me debato entre continuar o volver hacia atrás.

¿Me he arrepentido de destetarlos?

Sí. Claramente si volviese atrás no lo habría hecho o no habría tomado la decisión (que la había programado para Semana Santa) en un arrebato de máximo cansancio ante la desesperación de las semanas que llevaba casi sin dormir.

En mi experiencia o por como lo veo ahora, una decisión como el destete después de casi dos años no tendría que haber sido tomada en la madrugada de una noche horrible porque luego llega el día y te arrepientes. Más cuando vas a destetarlos, no porque no quieras seguir dándoles el pecho, sino porque por logística familiar es inviable continuar en esa situación.

Ante mis dudas, dilemas y sentimientos enfrentados, pensé en recurrir a la ayuda de alguna asesora de lactancia como hice a los dos meses de que nacieran los peques. Y ayer por la tarde me puse en contacto por teléfono con una de las asesoras de mi ciudad y le estuve explicando la situación y cómo me sentía yo.

La pobre estuvo escuchándome y acosenjándome durante casi media hora. Es increíble la labor que hacen estas mujeres de forma totalmente altruista. Me quito el sombrero.

Después de explicarle la situación a la asesora y pedirle cómo lo veía ella o alternativas que podría tener, os explico las posibilidades que me comentó:

  • Continuar con el destete teniendo en cuenta que dentro de todo los peques no lo están llevando del todo mal y ya habían pasado 5 días y 4 noches sin absolutamente nada de teta. Y aquí, me ánimo mucho y me dijo que no debía estar triste, ni sentirme culpable por destetarlos, que dos años de lactancia con mellizos es mucho y está muy bien. Palabras de ánimo que me vinieron muy bien y me reconfortaron.
  • Hacer un destete parcial o, en mi caso, un destete nocturno. Es decir, si lo que ha provocado el destete son las malas noches pero no quiero dejar de darles el pecho, puedo optar por destetarlos solo de noche. En este caso habría que explicarles a los peques que la teta cuando se hace de noche se va a dormir y no sale hasta que sale el sol. La idea sería acostumbraros a mamar solo de día y sin dormirse en la teta para que no asocien el pecho con dormir. Tampoco habría que ofrecerles durante el día el pecho para todo, sería más bien un «no ofrecer, no negar».

Claro, ante estas dos opciones, con la que yo (pensando en mí) me sentiría más cómoda es con la del destete nocturno o parcial. Pero mi marido no comparte esta opción porque cree que ya hemos avanzado mucho y los peques, sobre todo Ona, no van a entender que la teta funciona o está disponible solo durante el día.

Total, que ese es mi dilema ahora: ¿vuelvo hacía atrás y les intento dar solo el pecho de día? ¿continuo como hasta ahora que aunque parece que Arán lo lleva peor, hemos conseguido que Ona ya haya pasado esta noche del tirón?…

Desde fuera debe verse como una tontería todos estos quebraderos de cabeza que tengo y espero verlo yo así de aquí a poco tiempo, pero ahora mismo lo estoy pasando fatal.

De vez en cuando me toco el pecho para ver si aún hay leche porque así pienso que todavía estoy a tiempo de retroceder o tengo la sensación de que la lactancia no se ha acabado… ¡Estoy tó loca!

Consejos que yo daría ahora mismo a mamás o familias que estén planteándose el destete

  • No tomar la decisión de destetar, aunque ronde la cabeza, por un arrebato de una mala noche o un mal día.
  • Que la mamá tenga clarísimo que quiere destetar porque si no, como me dijo ayer la asesora de lactancia, surgen los sentimientos de culpa, de arrepentimiento… La madre lo tiene que tener muy claro porque si no lo acaba pasando ella peor que el niño. Doy fe de esto.
  • Poneros en contacto con una asesora de lactancia antes de iniciar el destete. De haberlo hecho yo, ahora seguro que estaría intentando un destete parcial o nocturno y me sentiría mucho más cómoda y además sería la opción que mejor se adaptaría a mis necesidades que, no digo que sean las de mis hijos.

Al final ¿Qué voy a hacer?

Pues no lo sé, aunque habiendo pasado todo el tiempo que ha pasado ya, por más que me gustaría, la realidad es que cada vez estamos más cerca de un no retorno… de un destete total…

Os seguiré contando.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.