El otro día comentaba con mis amigas que ver crecer a mis hijos tan rápido me produce una mezcla de sentimientos difícil de explicar. Por un lado siento alegría y felicidad inmensa al ver cómo evolucionan y se van convirtiendo en pequeñas personitas increíbles, con su carácter, su personalidad, sus manías, sus virtudes y sus pequeños defectillos, pero por otro lado, siento nostalgía. A veces me encantaría ralentizar un poco el tiempo, me da la sensación de que con los horarios y las rutinas los días pasan sin que me de cuenta y a toda prisa. Si es que pasamos […]