Mañana es el primer día de colegio de Arán y Ona y estoy yo más nerviosa que ellos.
Ahora mismo soy una bomba de relojería en cuanto a sentimientos se refiere y necesito desahogarme, así que, he cogido el ordenador para variar…
Y es que, por un lado, estoy muy nerviosa e impaciente por ver cómo les irá en esta nueva etapa y por otro lado, me siento triste e impotente.
Siento que el sistema educativo tal y como está montado actualmente no es lógico y no estoy de acuerdo con él, pero no puedo hacer nada al respecto más que dejarme arrastrar por él y cruzar los dedos para que todo salga bien.
¿Por qué digo que para mí el sistema educativo que tenemos no es lógico? Porque no me parece coherente que tenga que dejar a mis hijos de 3 años que es lo más valioso que tengo en este mundo (algunos padres los dejarán incluso con dos años si son de los pequeños de la clase) en un centro escolar que he pisado dos veces y a cargo de una persona (su tutora) que he visto una vez en mi vida durante no más de una hora.
Si a esto que ya de por sí me parece poco coherente, añadimos que estamos hablando de una ratio de 1/25 «apaga y vámonos». Esto quiere decir que hay un/a profesor/a por cada 25 niños de entre 2 años y medio y 3 años años y medio y pienso que es imposible, por muy buen profesional del que se trate y por muy buena voluntad que tenga, que pueda atender a los 25 niños. A mi me parece imposible. Tengo 3 hijos y a veces me faltan manos. Por eso la sensación que tengo es la de dejar a mis hijos «solos ante el peligro» y esperar que con suerte no lo pasen mal o sepan defenderse.
A mi por gustarme, me gustaría que la escolarización se produjese más tarde como en los países nórdicos, pero partiendo de la base de que la conciliación en este país no existe y tenemos que dejar a nuestros bebés de 16 semanas en guarderías, veo yo el tema un pelín complicado.
Es cierto que la enseñanza no es obligatoria en España hasta los 6 años, pero pienso que si no los escolarizo ahora, difícilmente podré acceder a un centro escolar que me guste cuando tengan 6 años porque todas las plazas estarán ya ocupadas y «será peor el remedio que la enfermedad».
Lo dicho, soy ahora mismo una bomba de sentimientos difíciles de explicar. Todo esto es nuevo para mí porque cuando el año pasado matriculamos a los peques en el nido de crianza no tuve en ningún momento dudas, ni estaba triste; sabíamos perfectamente dónde los dejábamos (habíamos utilizado el espacio como ludoteca familiar durante un año entero), con quién los dejábamos y en qué consistiría el proyecto.
Pero bueno, en mis momentos optimistas sobre este tema, que aunque ahora mismo leyéndome parece que no, también los tengo, si que pienso que los peques han entrado en el colegio que queríamos y del que tenemos buenísimas referencias de diferentes fuentes y además irán juntos a la misma clase (han respetado nuestra decisión sin ni tan siquiera cuestionarla o juzgarla, de hecho en este colegio la decisión la toman los padres) ¡Bravo!
Así que, Arán y Ona tienen mucha suerte y es que estarán juntos y eso seguro les ayuda muchísimo en la adaptación o eso esperamos.
Ahora ya solo queda esperar a que sea mañana por la mañana y ver cómo se desarrolla esta nueva etapa. Esperemos que bien y que sea yo la próxima mamá que diga frases como: «los niños necesitan el colegio», «les va muy bien», «aprenden un montón» y, sobre todo, «les encanta»… A ver qué tal!! 😉
Lo que has escrito es exactamente lo que pienso del sistema educativo…. Nosotros también empezamos mañana…. Venimos de una escuela Montessori donde podía continuar hasta los 6 años, pero el miedo a no encontrar plaza en un centro mínimamente correcto nos hizo decantarnos por empezar este curso en la escuela pública…
Y el tema ratios es una barbaridad… 25/1 en nuestro centro por lo visto hay una auxiliar que comparten entre dos clases de p3… 50 criaturas que no se conocen para 3 profesionales!!!
Igual que en nuestro centro (50/3). Estos días incluso hay más profesoras durante la adaptación, pero una vez pase la adaptación me parece una barbaridad.No dudo de la profesionalidad y buen hacer de las profesoras de mis hijos, pero son muchos niños. Yo estoy en plena crisis… 🙁