Mi mayor miedo desde que soy madre

Antes de ser madre mi mayor miedo era la soledad. Siempre me ha dado mucho miedo pensar que me podría hacer mayor y me podría quedar sola. La soledad me aterra. Se me encoge el alma cuando mi hermana pequeña que trabaja en una residencia de mayores me explica que algunos abuelitos no son visitados por sus familias o están solos. Me da muchísima pena.

Sin embargo, desde que me convertí en madre mi mayor miedo, además del que se da por supuesto que es que a mis hijos pueda ocurrirles algo malo, es pensar que me pueda pasar algo malo a mí. Así de egocéntrica me he vuelto 😉

Me horroriza pensar que mis hijos puedan crecer sin mí. Y ya, poniéndome en el peor de los casos, me aterra pensar que nos pueda pasar algo malo a su padre y a mí y que se críen sin nosotros.

No me malinterpretéis, no es que antes me diera igual morirme, no es el caso, pero si que es verdad que desde que soy madre me aterra pensar que puedan quedarse sin nosotros. Me preguntaréis: “y ¿por qué lo piensas?”. Pues lo cierto es que no lo sé, pero si que es un pensamiento que de vez en cuando me pasa por la mente. Sobre todo lo pienso de noche cuando hemos pasado el día en familia y hemos hecho algo especial o cuando me quedo embobada viendo a los peques jugar e interactuar entre ellos.

Pienso, bueno si falto yo, al menos tendrán a su padre, pero me da una pena infinita pensar que puedan crecer sin mí. Solo pensar en el hecho de que no pueda verlos crecer me provoca una llorera instantánea.

Y ya si pienso que puedan quedarse sin su padre y sin mí, sin los dos, se me encoge el pecho.

Soy consciente de que si nos pasase algo tenemos una familia increíble que se haría cargo de ellos sin problemas y que crecerían siendo unos niños muy felices a los que no les faltaría de nada y menos amor, pero supongo que en el fondo pienso que nadie los va a querer y se va a preocupar por ellos como lo hacemos nosotros. Siento que nadie es suficientemente bueno para criar a mis hijos, salvo su padre y yo. Imagino que este pensamiento es compartido por muchos otros padres y que no soy un bicho raro.

Aix! Qué cosas tienen los miedos irracionales! Qué bonita y maravillosa es la maternidad y a la vez cuán vulnerables nos hace!