Ecografía de las 12 semanas y test prenatal no invasivo

Este post lo estoy escribiendo el 3 de octubre a las 14h. No sé cuando verá la luz porque hay amigos que todavía no conocen la noticia.

Finalmente, me llevan el embarazo en el hospital por mis antecedentes de preclampsia leve en el embarazo de Arán y Ona y hoy teníamos la ecografía de las 12 semanas. Iba super nerviosa, parecía que se me iba a salir el corazón por la boca.

Teníamos hora en el hospital a las 10, pero no nos han cogido hasta casi las 10.45 h. ¡Qué larga se hace la espera! Hemos pasado primero al ecógrafo y la doctora, que ha visto que estaba nerviosa, me ha puesto el sonido del corazón para que me quedase más tranquila y la verdad que sí, escuchar el latido tranquiliza y mucho. La doctora ha hecho la ecografía y después ha venido otra doctora a revisarla. Por protocolo del hospital las ecografías son revisadas por dos profesionales. Ambas han sido muy atentas y majas y ambas han coincidido en que todos los parámetros de la ecografía estaban bien.

Como anécdota de la ecografía explicaré que le he preguntado a una de las doctoras si el bebé era un niño porque me había parecido ver una churrilla entre las piernas. Ella me ha mirado desconcertada, ha vuelto a mirar la imagen que estábamos viendo justo en ese momento y me ha dicho «¡no, hombre no! ¡eso es el cordón umbilical!». Mi marido no sabía donde meterse. Evidentemente, después de salir del hospital a mi marido le ha faltado tiempo para compartir en los grupos de whatsapp de familia lo ocurrido 😉

Una vez hecha la eco, hemos esperado en la sala de espera a que nos llamase la comadrona para el resultado del triple screening. La comadrona que me han asignado me ha encantado, desprendía mucha energía y positividad.  Ha sido muy atenta. Nos ha abierto el libro del embarazo y lo ha ido rellenando con las respuestas a todas las preguntas que nos iba haciendo sobre antecedentes familiares, el embarazo anterior, etc.

Finalmente, nos ha dado el resultado del cribaje tanto para el síndrome de Down como para el de Edwars y en ambos ha salido «riesgo bajo», pero es cierto que el riesgo de síndrome de Down nos ha salido mucho más alto de lo que nos salió en el embarazo de Arán y Ona. Nos ha salido un riesgo de 1/526 cuando que en el de Arán y Ona fue de 1/6000 aproximadamente.

La comadrona nos ha explicado que el riesgo era bajo, pero que estaba obligada a informar de la existencia del test prenatal no invasivo si lo considerábamos oportuno, teniendo en cuenta que no lo cubre la seguridad social. Enseguida hemos decidido hacerlo. Mi marido por no aguantarme seis meses con mis comeduras de cabeza y yo por estar tranquila.

Desde la parte privada del propio hospital nos han informado de cómo funcionaba, costes y demás y ya me he quedado allí directamente para realizarlo. Con lo impaciente que soy, antes lo hagamos, antes tendremos el resultado.

Con el test prenatal no invasivo lo que hacen  es descartar con una fiabilidad del 99,9% las malformaciones genéticas más comunes (Síndrome de Down, de Edwars, de Patau…). El test consiste en un simple análisis de sangre. En mi caso solo me han extraído un tubo (creo que de 10ml). Antes la sangre la enviaban a EEUU para su análisis, pero ahora la envían a Madrid, al menos en el centro donde yo me he realizado el test y nos ha costado 800 euros.

Los resultados tardan una semana aproximadamente y la chica que me ha atendido me ha dicho que me llamaría ella por teléfono con el resultado en cuanto lo tuviera, que calcula que será para finales de la semana que viene. Así que nada, toca esperar una semana más para que nos confirmen que todo está bien.

¿Cómo me siento?

Con una sensación agridulce. Siendo realistas y pensando con la cabeza las probabilidades de que el bebé tenga Síndrome de Down son de un 0,20%. La probabilidad es muy muy pequeña, pero mi parte menos racional piensa cosas como:

  • A alguien le toca ese porcentaje y ¿si es a mí?
  • ¿Y si por descartar que tenga síndrome de Down, resulta que es que tiene otra malformación que de otra manera no habríamos sabido? Como con el test miran bastantes síndromes. Yo soy mucho de pensar que las cosas pasan por algo y pienso ¿y si nos hemos hecho el test buscando una cosa y el destino quiere que sepamos otra? este pensamiento de «¿y si…?» cualquier día de estos acaba conmigo.

En definitiva, que me espera una semana laaaaaaaarrrrgggggaaaaaaa de incertidumbre, miedo y sobre todo de comeduras de cabeza varias que prometo intentar controlar.

¡Qué difícil es vivir en mi a veces!

Actualizo: 10 de octubre de 2018, 12:00 a.m.

Hace apenas un par de horas me han llamado del laboratorio donde nos hicimos el test prenatal no invasivo para comunicarnos que está todo bien. Ha salido riesgo bajo para todo lo que miran. Yupiiiiiiiii!!

Ha sido una semana muy larga y los nervios me estaban comiendo por dentro. De hecho, cuando he colgado el teléfono, me he puesto a llorar como una magdalena y no es porque fuese probable que pasase nada, pero supongo que entre que soy una hormona andante y la tensión acumulada de estos días esperando el resultado, mi bomba de relojería interna ha explotado.

Por cierto, nos han dicho el sexo del bebé y ES UN NENE 😉 Ahora quiero mirar de hacer una foto chula con los peques para comunicar el sexo del bebé a la familia y amigos a ver si me queda bien o, como mínimo, graciosa.

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