El 29 de diciembre de 2023 falleció mi abuelo, apenas unos meses después de mi abuela, y me gustaría compartir en el blog el texto que leí en su entierro:
No me puedo creer que en enero despidiésemos a la yaya y hoy te estemos despidiendo a ti, sin duda, este año 2023 quedará marcado a fuego para nuestra familia.
Yayo, siempre fuiste un hombre responsable, honrado, trabajador, de pocas palabras, de semblante serio, pero con un gran corazón. Tu casa siempre estuvo abierta para quien lo necesitó y aunque mis hermanas y yo te dimos guerra, también sé que te dimos vida y que nos querías con locura y por encima de todas las cosas.
Cuando éramos pequeñas, María, la más trasto de las tres, te desesperaba y era con la que más reñías, pero también era con la que te compinchabas para levantarle enseguida los castigos que le ponía la mama. Lo que luego, dicho sea de paso, te suponía una riña con ella.
Con Anabel pasabas muchas tardes, la recogías del colegio y la llevabas a la Logopeda o como era conocido en casa a “que le estirasen de la lengua” y así estuviste mucho tiempo. Por eso Anabel siempre dice que es tu ojito derecho.
Y Yo, yo he tenido el privilegio de disfrutarte 39 años y aunque siempre he presumido de ser tu nieta favorita lo cierto es que nunca tuve la certeza de serlo, pero me conformaré con saber que estabas muy orgulloso de mí.
Y con el paso de los años nosotras nos hicimos mayores y tú también, pero aparecieron los biznietos para alegrarte de nuevo la vida. Vida que se llevó la enfermedad y la muerte de la yaya, desde entonces no has sido feliz y lo único que alivia el dolor de perderte y despedirte es saber que has conseguido tu anhelado deseo de estar con la yaya de nuevo, aunque los que te queremos hubiésemos preferido tenerte más tiempo entre nosotros.
Ahora que has conseguido volver a estar con la yaya, cuando la veas dale muchos besos y abrazos de nuestra parte, recuérdale cuánto la queremos y la echamos de menos.
Sed felices allá donde estéis, cuidaos y quereos mucho, teniendo la tranquilidad de saber que en vida habéis dejado un legado lleno de buenas personas y de mucho amor.
Te quiero muchísimo yayo y ya te echo de menos y solo recordarte una cosa más, no hagas enfadar mucho a la yaya que ya sabes que la gallega tiene las de ganar.