El próximo mes de septiembre nuestra situación familiar cambiará y es que mi marido volverá a trabajar para una empresa fuera de casa, lo que implica que si él está todo el día, o gran parte del día, fuera de casa y yo quiero mantener mi actividad profesional algo tenemos que hacer con los peques.
Durante estos últimos meses hemos estado barajando las diferentes opciones que teníamos.
Una opción era la guardería, pero la hemos acabado desechando básicamente por dos motivos:
El primero porque logísticamente la guardería no nos soluciona gran cosa y nos sale carísimo.
Si apuntamos a los peques a la guardería y no los dejamos a comer (comerían conmigo en casa) el resultado sería que me pasaría el día haciendo viajes de casa a la guarde y de la guarde a casa sin tener tiempo efectivo para trabajar. No sé en otras comunidades autónomas o ciudades, pero aquí el horario de las guarderías, más o menos, es de 9 a 12.30 y de 15 a 16.30h. Con este horario no tendría tiempo de sacar el trabajo adelante, ni tampoco de poder hacer reuniones. Con lo cual, tendríamos que dejarlos a comer, pero entonces estarían en la guardería de 9 a 16.30h. Muchas horas sin que sea necesario. A esto además hay que añadir el coste que supone pagar dos cuotas de guardería, aunque sea pública, más dos cuotas de comedor. Sale muy muy caro.
El segundo motivo es que creo que la ratio que tienen las guarderías de profesor/alumno es muy alto. En las guarderías de mi zona estamos hablando de un ratio de 1/13. Yo no sé las demás madres, pero yo tengo dos niños de dos años bastante buenos y muchas veces me faltan manos, no quiero imaginarme si tuviera 13… Es que solo contando los cambios de pañales que hay que hacer, los que son y el tiempo a mí no me dan los números.
Otra opción que barajamos es copiar un sistema que habían utilizado unos amigos finlandeses aquí en España.
Lo que hicieron ellos fue contratar a una educadora infantil entre varias familias y así, la educadora infantil se hacía cargo de un grupo pequeño de niños en casa de alguna de las familias.
Estuvimos mirando esta opción, pero es muy complicada. Nosotros incluso estábamos dispuestos a poner nuestro piso a disposición de la educadora y las otras familias, pero se requiere mucho papeleo, inspecciones, además del jaleo que supone contratar a alguien entre varias familias.
Pero investigando sobre esta opción descubrimos «las madres de día» que son educadoras infantiles que han adaptado su casa u otros espacios familiares para cuidar un grupo de niños pequeños. Aquí en Catalunya lo llaman «nius de criança» del que yo he hecho una traducción literal.
Y cosas de la vida… Esas cosas que pasan cuando estás en el momento oportuno en el sitio oportuno…. Hablando en la ludoteca con una de las educadoras sobre el tema para ver si conocía a alguien que fuese madre de día o a otras padres que pudiesen estar interesados en un sistema así, me comentó que justo ella estaba trabajando en un proyecto para destinar el espacio de la ludoteca por las mañanas a un nido de crianza. Es decir, ser una madre de día utilizando ya un espacio familiar habilitado y preparado para los niños.
Cuando me explicó el proyecto me pareció hecho a medida para nosotros. Era como si hubiese plasmado por escrito lo que nosotros necesitábamos y queríamos.
El problema era que como cualquier proyecto, tenía que pasar la aprobación de la Asociación que gestiona el espacio y la del ayuntamiento.
No os mentiré si os digo que han sido meses de incertidumbre e ilusión porque si el proyecto salía hacía delante a nosotros nos solucionaba nuestro cambio de situación de cara al próximo septiembre de la forma que creemos que es mejor para nosotros, para nuestra situación familiar que no tiene por qué ser la buena o acertada para otras familias.
Finalmente, el proyecto ha sido aprobado y además, como era de esperar, ha tenido buenísima acogida.
Así que, si no pasa nada raro, los peques en septiembre empezarán en el nido de crianza. Irán de 9 a 3. Comerán allí la comida que les hayamos preparado en un tupper y espero que se diviertan.
Ventajas que tiene para mí el nido de crianza respecto a otras alternativas como la guardería.
- Absoluta flexibilidad. Eso quiere decir que si un día, dos, tres a la semana no los llevo no pasa nada, que si un día termino antes de trabajar y quiero recogerlos antes o simplemente estar allí con ellos jugando puedo hacerlo sin problemas, que la adaptación será durante el tiempo que necesitemos y nos podremos quedar allí tanto como queramos.
- El horario es comprimido que es lo que yo necesito. Así cuando los recoja a las 3 tendremos toda la tarde para estar juntos.
- En mi caso los peques conocen tanto el espacio como a la educadora. De hecho nunca se quieren ir de la ludoteca, así que creo que van a estar encantados.
- El sistema educacional es Montessori.
- Habrá niños de edades comprendidas entre los 9 meses y los 3 años esto implica que los pequeños aprenderán de los grandes y los grandes «cuidarán» de los pequeños. Esto me parece muy bueno.
- La ratio. La ratio será de 1/6, con un grupo máximo de 12 niños.
- Económicamente nos sale más barato que pagar dos cuotas de guardería más dos comedores.
La situación actual del proyecto es que hace un par de semanas tuvimos la reunión de puertas abiertas y no pude quedar más enamorada del proyecto. Creo que antes de las vacaciones de verano habrá otra reunión con los padres inscritos para explicar cosas más concretas y organizarnos a nivel de grupo y, finalmente, creo que poco antes de que los peques empiecen el nido tendremos una reunión privada con la educadora para explicarle cómo son los peques y resolver dudas aunque como ellos ya van a la ludoteca, creo que no habrá mucho que podamos contarle que ella no conozca.
Ya os contaré cómo va, pero por el momento la cosa no podía pintar mejor. Estamos muy contentos.
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